A mediados del pasado mes de junio la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo, partiendo de posturas muy dispares, acordaron la nueva Directiva de Energías Renovables, que establece el objetivo de 32% de renovables sobre la energía final de cara a 2030.
Este objetivo, revisable al alza en 2023, incrementa la propuesta inicial del 27%. Con todo, los Estados miembro de la UE son conscientes de los grandes esfuerzos a realizar para que las renovables aumenten si quiere cumplirse con lo ratificado en el Acuerdo de París.
Adiós al “impuesto al sol”
Uno de los puntos de la directiva que más afecta a nuestro país es el relativo a la generación distribuida y el autoconsumo. El acuerdo europeo establece el “derecho de la ciudadanía, autoridades locales, pequeñas y medianas empresas y cooperativas a producir, consumir, almacenar y vender su propia energía renovable, sin estar sujetas a tasas punitivas o a excesivas limitaciones”. Esto supone que, a partir de 2021 y hasta 2026, España no podrá aplicar su “impuesto al sol”, que penaliza con tasas y barreras administrativas la producción renovable a pequeña escala para autoconsumo, y así la ciudadanía podrá participar en la transición energética.
A partir de 2027, los Estados miembro podrán revisar este aspecto solo si pueden demostrar, con un análisis coste-beneficio, el impacto negativo en el sistema eléctrico de la exención de los peajes. Eso sí, las instalaciones de autoconsumo de menos de 25 kW seguirán exentas del peaje de respaldo.
La nueva regulación europea simplifica la tramitación para instalaciones de autoconsumo de menos de 10 kW, lo que facilitará la realización de pequeños proyectos fotovoltaicos residenciales, un mercado con enorme potencial en nuestro país.
En cualquier caso, habrá que esperar a ver cómo se transponen estas medidas a la legislación española, que pasa por la derogación de algunos de los puntos del RD 900/2015. Asimismo, los objetivos europeos en materia renovable deberán incorporarse al Plan Integrado de Clima y Energía y en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética.
Oportunidades de crecimiento para el sector renovable español
Lo que más destaca del acuerdo es el restablecimiento de los principios de seguridad jurídica y de no retroactividad, lo que configura un marco estable para las inversiones y evitar medidas de recorte retroactivas como las vividas en años pasados.
Desde la perspectiva del ciudadano, es un logro que se reconozca su derecho a generar y consumir energía limpia sin cargos hasta 2026 y poder reducir su factura energética, y contribuir con ello a la sostenibilidad medioambiental.
En este sentido, SMA Ibérica es optimista en cuanto a las oportunidades que se abren para la energía solar fotovoltaica, en especial en el sector residencial. Desde hace años, SMA se esfuerza por difundir los beneficios de la energía solar y desarrolla soluciones y productos específicos para aprovechar las ventajas de esta energía de forma que minimice el coste de la factura eléctrica a los usuarios, optimice el uso de la energía y contribuya a la sostenibilidad medioambiental. El fundador de SMA, Günter Cramer siempre hacía suyas las palabras “seamos realistas: intentemos lo imposible” que ilustran claramente el espíritu de nuestra empresa en pro de la energía solar.
Artículo elaborado con información disponible en la revista Energética XXI